Pensando la migración humana
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propia epistemología descrita es occidental y no coincide en la may oría de los
casos con nuestros inmigrantes (confróntese con la percepción política, el reco
nocimiento de la propia sociabilidad o las contradicciones de la ideología del indi
vidualismo posesivo en Parish/Parker, 2001 sólo como manifestaciones de dife
rencia). Nuestra percepción del mundo difiere en numerosas ocasiones de la
de ellos. Esto también genera , como mostraron los filósofos de la diáspora , otro
complicado problema científico; siempre que interpretemos los estudios migra
torios humanos como una bioperspectiva , es decir, con una visión múltiple y
simultánea de las distintas voces (a modo de polifonía cronotópica en términos
bajtinianos) que determinan la solidaridad o la competencia [en términos mori
nianos) entre diversos congéneres que habitan el mismo biotopo. La ciencia
social no debe ser unilateral, sino que debe buscar la complicidad de los suje
tos actores. La observación de los fenómenos migratorios necesita por lo que
vemos de una epistemología circular, es decir de la utilización del espejo unidi
reccional y el concepto de la labor en equipo. Para comprender mejor los dis
tintos tipos de interacción que suceden en el fenómeno migratorio requerire
mos de diferentes perspectivas que generarán hipótesis en un acto ca-cons
tructivo. La epistemología circular no acepta la visión individualista como sujeto
aislado o acontextual. La investigación se encamina hacia una entidad que orga
niza un conjunto de interacciones y relaciones dentro de un contexto que otor
ga significado, y en el que fluyen las informaciones generando determinadas
conductas de respuestas/emisiones en forma permanente.
La circularidad no puede comprenderse en términos de temporalidad; la
experiencia se desarrolla diacrónicamente en sucesos lineales y además el
tiempo no puede revertirse, es decir, no podemos modificar el pasado. Este
pasado deja huellas en la vida de los sujetos hasta constituir situaciones iso
mórficas elaborando modelos internos llamados mapas. Gracias a los mapas
se desarrollan conductas interactivas en las que surge la circularidad en el aquí
y ahora. Construir la hipótesis de que un ciudadano interactúa con un inmi
grante de la misma manera , es decir, repitiendo el esquema relacional que tenía
de sus vecinos , es una concordancia mediatizada por la teoría del observador,
y no patrimonio de la relación en sí misma. Los estudios migratorios humanos
pueden reivindicar una epistemología sistémica ; ello permitirá que podamos
actuar sobre el escenario de la migración a través de muestras circulares y que
permitirá a los sujetos sociales actuar sobre un fenómeno migratorio y no con
otro; estas intervenciones serán pautadas por la interacción y viceversa. Por
otro lado , esta epistemología nos distanciará beneficiosamente de los estudios
culturales e interculturales que no cuentan con un marco epistemológico claro
como demuestra Reynoso (2000) y mantienen una estrecha relación con los
representantes del posmodernismo más contradictorios: "Nelson , Treicher y
Grossberg , por su parte listan los métodos disponibles que pueden producir
insight y conocimiento , el análisis textual, la semiótica, la deconstrucción , la