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Fernando R . Contreras
lógicos de Merleu-Ponty y otros autores de la tradición filosófica continental; y
c) desde la tradición budista se nos ofrece un análisis igualmente riguroso y pro
fundo que actúa sobre los mismos resultados y donde el concepto de ser cog
nitivo no unitario o exento de Yo es central" (O'Agostini, 1 997:529) . Esta visión
estructuralista es repensada por la epistemología de la diáspora que revisa el
concepto de cultura fronteriza através de las versiones del funcionalismo estruc
tural: "The relationship between colonialism and structural functionalism, inclusive
of its analogs, as discussed by Cole is not causal nor is there an identity intended
between Malinowski's functionalism, Radcliffe-Brown,s structural functionalism,
or far that matter the structuralism of Lévi-Strauss. Such an identity would surely
be reductive and a causal relation would betray the very historical association that
we are trying to establish here, one that must include, as noted, functionalism's
challenge to late-nineteenth-century social evolution. However, one principal feau
ture that the above theories share is an absense of historical agency " (Ulin,
1 984: 2 1 3). En la lectura de Ulin, respetando la tradición funcionalista de Durkheim
y el individualismo de Malinowski, resalta la idea de la circunstancia cultural de
adaptación en último extremo desde las necesidades biológicas y psicológicas.
También bajo la misma influencia son las afirmaciones de Nishitani (1 982) que
observa la vinculación entre el tiempo del hombre y el tiempo del mundo natural
como un acuerdo definido que los vincula eternamente (cíclicamente]; no obstan
te, advierte que la vida humana posee sus diversas fases que obedecen a sus pro
pias convenciones y marcha de acuerdo a sus normas. Frente a los trabajos de
Von Foerster, Ashby, Maturana y Piaget surge la cuestión de la autorreferenciali
dad y la recursividad de todo proceso de organización. Parsons adoptará la auto
rreferencialidad para explicar la estabilidad social y su reproducción en cada
encuentro interpersonal. Según Parsons, los sujetos comparten valores que situa
mos por encima de nosotros y que nos gobiernan. Lo normal es que adoptemos
este conjunto normativo como un conjunto de las
reglas de la vida
comunitaria
para evitar angustias y sanciones (el sistema educativo compila estas normas de
vida que interioriza el individuo desde su infancia y arma al "super-ego"). Schutz
(1 987) propone en este marco un estudio de los procedimientos de interpretación
que emplean los sujetos para dar sentido a sus acciones y a la de los demás. El
mundo social de Schutz corresponde con la vida cotidiana; en ella se produce el
conocimiento del mundo cultural y social que es vivida por el sentido común de los
hombres que están en continua interacción común. Para Schutz, nuestro biosis
tema estaría constituido no sólo por la naturaleza sino por los objetos culturales
y las instituciones sociales que nos rodean desde nuestro nacimiento y que es
accesible y común a todos nosotros no en un mundo privado sino en un mundo
intersubjetiva (la relación de la fenomenología social de Schutz y su relación con
Husserl puede ampliarse en Peter Siemens, 1 998: 1 3-32). Para Schutz, los hom
bres no tienen experiencias idénticas pero si suponen que lo son, o por lo menos
actúan como si lo fueran a todos los efectos prácticos. La estructura social del