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Fernando R. Contreras
Dos nociones se descomponen de esta primera: el biotopo (el medio geo
físico) y la biocenosis (el conjunto de las interacciones entre los seres vivos que
habitan ese biotopo). De lo cual podemos abducir ya la dimensión ecológica de
la migración y la comunicación empleando los términos de Morin y plantear una
primera perspectiva de trabajo; podremos contemplar la migración desde la
especie (reproducción) ; desde el individuo (organismo) y desde la eco-organiza
ción. Entendamos la eco-organización como el conjunto de las interacciones en
el seno de una unidad geofísica determinable que contenga diversas poblacio
nes vivientes constituyentes de una unidad compleja de carácter organizador o
sistema. Esta perspectiva nos permite representar el encuentro de la
diferen
cia biocultural
que existe en todo fenómeno migratorio. Además explica la pers
pectiva sistémica de los estudios migratorios que analizan la relación de la
comunicación con el fenómeno desde la espontaneidad de sus interacciones y
marca razones desde las bases geofísicas y también desde la determinación
genética. También lo catastrófico, en su concepción teórica, de un sistema que
se hace a sí mismo, que no sigue un programa prefijado que asegure el orden
o la computación de un aparato de control o regulación, decisión o gobierno.
Desde lo que entendemos por eco-organización en la perspectiva moriniana
establecemos las siguientes variables que la asientan en la teoría del conoci
miento: el exceso de diversidad, el exceso de desorden, la ausencia de apara
to central y el orden y el desorden extremo, la solidaridad y el antagonismo
extremo unidos no desde la coexistencia sino desde la unión por necesidad. La
eco-organización es frágil e inestable, desequilibrada y requiere una formulación
compleja. Las derivaciones teóricas involucradas en la eco-organización pose
en estas cualidades epistémicas; multiculturalidad, biculturalidad, pluriculturali
dad o interculturalidad no son formulaciones sólidas, estables, reguladas por
atractores epistémicos o sencillamente expresiones sencillas de conocimiento.
El conocimiento antropocultural que aparece en las modalidades antes mencio
nadas, dependen dentro de la biocenosis de las interacciones complementarias,
concurrenciales y antagonistas. Las interacciones complementarias incluyen las
asociaciones, sociedades, las relaciones simbióticas y las manifestaciones
sociales que se asemejan a los mutualismos. Los modelos interaccionales con
currenciales representan aquellas formas de convivencia de culturas que se
manifiestan en modo de competencia y rivalidades. Finalmente, las interaccio
nes antagonistas representan las formulaciones teóricas inspiradas en los para
sitismos, fagias o predaciones. Los modelos de comunicación educativa se ins
piran en estos modelos epistémicos de interacción.
El modelo de asimilación cultural establece una relación de competencia
como sustento gnoseológico de su enunciación al definir la relación de sobrevi
vencia de unas minorías culturales frente a las desventajas de los valores de las
culturas dominantes. La multiculturalidad o el modelo de asimilación de la dife
rencia cultural pretende enseñar las diferencias de las distintas culturas que con-