Comunicación cultura y migración - page 78

76
Fernando R. Contreras
Dos nociones se descomponen de esta primera: el biotopo (el medio geo­
físico) y la biocenosis (el conjunto de las interacciones entre los seres vivos que
habitan ese biotopo). De lo cual podemos abducir ya la dimensión ecológica de
la migración y la comunicación empleando los términos de Morin y plantear una
primera perspectiva de trabajo; podremos contemplar la migración desde la
especie (reproducción) ; desde el individuo (organismo) y desde la eco-organiza­
ción. Entendamos la eco-organización como el conjunto de las interacciones en
el seno de una unidad geofísica determinable que contenga diversas poblacio­
nes vivientes constituyentes de una unidad compleja de carácter organizador o
sistema. Esta perspectiva nos permite representar el encuentro de la
diferen­
cia biocultural
que existe en todo fenómeno migratorio. Además explica la pers­
pectiva sistémica de los estudios migratorios que analizan la relación de la
comunicación con el fenómeno desde la espontaneidad de sus interacciones y
marca razones desde las bases geofísicas y también desde la determinación
genética. También lo catastrófico, en su concepción teórica, de un sistema que
se hace a sí mismo, que no sigue un programa prefijado que asegure el orden
o la computación de un aparato de control o regulación, decisión o gobierno.
Desde lo que entendemos por eco-organización en la perspectiva moriniana
establecemos las siguientes variables que la asientan en la teoría del conoci­
miento: el exceso de diversidad, el exceso de desorden, la ausencia de apara­
to central y el orden y el desorden extremo, la solidaridad y el antagonismo
extremo unidos no desde la coexistencia sino desde la unión por necesidad. La
eco-organización es frágil e inestable, desequilibrada y requiere una formulación
compleja. Las derivaciones teóricas involucradas en la eco-organización pose­
en estas cualidades epistémicas; multiculturalidad, biculturalidad, pluriculturali­
dad o interculturalidad no son formulaciones sólidas, estables, reguladas por
atractores epistémicos o sencillamente expresiones sencillas de conocimiento.
El conocimiento antropocultural que aparece en las modalidades antes mencio­
nadas, dependen dentro de la biocenosis de las interacciones complementarias,
concurrenciales y antagonistas. Las interacciones complementarias incluyen las
asociaciones, sociedades, las relaciones simbióticas y las manifestaciones
sociales que se asemejan a los mutualismos. Los modelos interaccionales con­
currenciales representan aquellas formas de convivencia de culturas que se
manifiestan en modo de competencia y rivalidades. Finalmente, las interaccio­
nes antagonistas representan las formulaciones teóricas inspiradas en los para­
sitismos, fagias o predaciones. Los modelos de comunicación educativa se ins­
piran en estos modelos epistémicos de interacción.
El modelo de asimilación cultural establece una relación de competencia
como sustento gnoseológico de su enunciación al definir la relación de sobrevi­
vencia de unas minorías culturales frente a las desventajas de los valores de las
culturas dominantes. La multiculturalidad o el modelo de asimilación de la dife­
rencia cultural pretende enseñar las diferencias de las distintas culturas que con-
1...,68,69,70,71,72,73,74,75,76,77 79,80,81,82,83,84,85,86,87,88,...212
Powered by FlippingBook