Nuevas reflexiones sobre la representación periodística de los inmigrantes
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Como decíamos en otro lugar, en la actualidad, el discurso de las élites
sociales (incluyo aquí los medios de comunicación) en relación a la inmigración
es un discurso que promueve fundamentalmente la prevención [Bañón ,
2002 : 38-49). Ahora bien , esa valoración no positiva encubre normalmente una
auténtica valoración negativa . De hecho, la discriminación indirecta o simbólica,
de la que tanto se habla en la actualidad , desde mi punto de vista, encuentra
un gran apoyo justamente en la textualización de las actitudes preventivas. Hay
que recordar de nuevo que "prevenir" es un término marcado positivamente por
nuestra sociedad , sobre todo por su uso, precisamente, en el discurso de la
salud. Con este amparo, se puede llegar a , por ejemplo, asociar semántica
mente la inmigración misma (incluso a los inmigrantes) con la enfermedad. El
1 9 de agosto de 2000, La Verdad publicó una noticia titulada «Extreman la lim
pieza en las zonas de descanso de las autovías frecuentadas por magrebíes».
El postitular fue: «El objetivo es prevenir que la fiebre aftosa , una enfermedad
de origen animal , se extienda en la Región» . La primera frase del artículo es:
"Más vale prevenir que curar". La prevención aparece mencionada, pues, en el
postitular y en la primera frase del desarrollo, dos de las posiciones textuales
más relevantes. Según los patrones anteriormente comentados, parece ase
gurado el consenso social: todos estaremos de acuerdo en que, en efecto, más
vale prevenir que curar. El problema es que se aprovecha ese marco semánti
co-pragmático para establecer una asociación entre los magrebíes y la sucie
dad , los magrebíes y la enfermedad contagiosa e incluso los magrebíes y las
enfermedades de origen animal , lo que , se quiera o no, estará alertando inde
bidamente a los lectores de la noticia.
En el fondo del debate social sobre la inmigración podemos encontrar casi
siempre la reflexión interesada sobre el futuro del estado del bienestar en nues
tro país (y en Europa) y sobre la imagen que se desea transmitir de que las per
sonas extranjeras que llegan a nuestro país para trabajar se aprovechan indebi
damente de nuestro marco socio-sanitario. Los centros sanitarios no sólo son
utilizados por motivos de enfermedad, sino también para el cuidado de, por ejem
plo, las mujeres embarazadas o para la asistencia de los partos. Pues bien , el 2
de enero de 2000, en la redacción de Cartagena del diario La Verdad se elabo
ró una noticia que ocupaba toda una página titulada «Los inmigrantes copan los
paritorios» . Es curioso, porque , al leer el reportaje, comprobamos que el redac
tor se refiere a sólo dos nacimientos de dos niños de padres inmigrantes duran
te la nochevieja anterior. ¿La selección del titular fue la más adecuada? Pero,
sobre todo, ¿lo fue la selección del verbo copar? Sin duda, la hipérbole ha hecho
su aparición, como en tantos otros asuntos relativos a la inmigración.
Igualmente equívoco puede ser el tratamiento de los abortos entre muje
res inmigrantes. Soledad Alcaide publicó el 1 5 de diciembre de 2002 la noticia
titulada «Los inmigrantes que no nacen» y subtitulada «La interrupción del
embarazo ha aumentado especialmente entre las extranjeras residentes en