Pensando la migración humana
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miento a través de la conservación de las mismas manifestaciones. La eco-evo
lución no supone el mantenimiento de un estado estacionario, sino que está
capacitado para generar o ingeniar nuevas manifestaciones, nuevas reorgani
zaciones a partir de transformaciones irreversibles que sobrevienen en el bio
topo o en la sociedad. Es decir, que la eco-organización y si defendemos esta
visión en nuestras sociedades, afirmamos que frente a la aparición de elemen
tos nuevos perturbadores, somos capaces de adoptar una actitud evolutiva que
no sólo nos permite sobrevivir, sino desarrollarnos, o más concretamente,
desarrollarnos para sobrevivir.
La eco-evolución de Morin se contrapone a la antigua concepción atomi
zada de la evolución que únicamente se funda sobre la mutación y herencia
genética de sus co-géneres. La supervivencia se basa en la selección natural
de las especies. Morin niega esta posibilidad y reivindica el protagonismo de los
bucles y las cadenas, apoyando la tesis de una selección integrada al ecosiste
ma e imposible de separar. Las condiciones de selección se ven modificadas y
alteradas por la evolución del ecosistema que produce nuevas reglas de inte
gración y nuevos criterios de selección.
Morin también introduce en la eco-organización otra noción importante
que permite aproximarnos al estudio del marco epistémico de la comunicación
y la migración: la eco-comunicación. La eco-comunicación surge de la
eco-organización porque el sistema se comporta computacional e informacio
nalmente, es decir, es capaz de recibir informaciones y emitir instrucciones. El
ecosistema no tiene cerebro, ni memoria, ni red de comunicaciones que le sea
propia. La eco-comunicación sería un modelo maquínico informacional/compu
tacional de carácter policéntrico y acéntrico que cumple con el modelo de la teo
ría de los autómatas acentrados de Rosenstiehl. En un sistema de esta natu
raleza puede coexistir la solidaridad y el antagonismo. Desde la solidaridad las
comunicaciones en el ecosistema es definido por compartir en su seno múlti
ples redes de comunicación entre congéneres. Esos congéneres constituyen
una sociedad o comunidad. Cada sociedad dispone y utiliza una gama concreta
de signos señales e incluso de un lenguaje; de ello se deduce que los congéne
res de distintas sociedades no se entienden , la comunicación es cerrada.
La comunicación cerrada o tabicada explica la no-comunicabilidad entre los
innumerables sistemas de comunicación. La hipótesis inicial se inscribe en la
idea de que todas las comunicaciones societales ofrecen a los ecosistemas al
menos una organización local y parcial. Como resultado de esta organización ,
la no-comunicabilidad puede ser utilizado como un medio de defensa que ocul
ta los códigos y mensajes secretos que permiten la sobrevivencia del sistema
[también cultural). La coexistencia de comunicaciones cerradas no es garantía
total para que la eco-organización se reconozca como una máquina comunica
cional, pero si de que las sociedades puedan resistir en la lucha de los siste
mas. Por ello, la eco-comunicación desde el antagonismo es necesaria para la