no
Pedro A. Hellín Ortuño
ce, mostrando en sus comportamientos o puntos de vista particulares diver
gencias con respecto a lo que aparece como norma establecida en el discurso
homogeneizador.
Cada individuo posee su versión propia, personal y subjetiva de la cultura
que los demás le atribuyen, y esa versión es diferente a la de los otros miem
bros componentes de su grupo. Cada miembro tiene una versión personal de
cómo funcionan las cosas en un determinado grupo y, de este modo, de su cul
tura. Lo que se presenta ante nosotros como la cultura de ese grupo no es otra
cosa que una organización de la diversidad, de la heterogeneidad intragrupal
inherente a toda sociedad humana. La idea de una "diversidad organizada" remi
te a la existencia en un grupo de tantas versiones sobre el mundo y la vida como
individuos la compongan, versiones diferentes pero equivalentes, de manera
que las diferencias no inhiben la identificación y el reconocimiento entre los
miembros como poseedores de esquemas mutuamente inteligibles.
Una confrontación realista entre lo que la gente hace y lo que esta misma
gente dice que hace nos pondría sobre la pista de lo que queremos exponer:
"oímos un discurso homogeneizador y observamos una pluralidad de conductas
heterogéneas. Así, deberíamos inferir la cultura, compuesta de conceptos, cre
encias y principios de acción e interacción, a partir de las palabras y compor
tamientos de los miembros del grupo que se estudia" (Wolcott, 1985).
Lo que constituye la cultura no es una homogeneidad interna sino la orga
nización de las diferencias internas, ya que las culturas tienen una uniformidad
hablada más que una unidad real. O sea, que la cultura ha de entenderse mas
como una estructura organizadora común que como un todo homogéneo.
Si concebimos la sociedad humana como una realidad intercultural, a par
tir de la antropología social y cultural, y la utilizamos como base podemos decir
que todos los seres humanos, vivan donde vivan, habitan en un mundo inter
cultural. A la vez, todos los individuos de un grupo desarrollan competencias en
varias culturas. Cada individuo tiene acceso a más de una cultura, es decir, a
más de un conjunto de conocimientos y patrones de percepción, pensamiento
y acción. Cuando adquiere esas diversas culturas nunca lo hace completamen
te: cada individuo sólo adquiere una parte de cada una de las culturas a las que
tiene acceso en su experiencia. Su versión personal de la cultura es la totalidad
de esas "parcialidades" que conforman una visión privada, subjetiva del mundo
y sus contenidos, desarrollada a lo largo de sus experiencias vividas.
En este sentido seremos interculturales, seremos competentes en varias
culturas, de igual modo que el hijo de un inmigrante, después de una corta estan
cia en su nuevo entorno de acogida, desarrollará competencias en la cultura de
su grupo doméstico, tanto en su versión nativa como en la versión adaptada a
un nuevo entorno, también en la cultura del grupo étnico al que pertenece, tanto
en su expresión de costumbres y tradiciones más ancestrales como en su ver
sión, ligada a la anterior, de diferenciación frente a los grupos étnicos que com-