Edificios Judicia les en Andal ucía.
Obras y proyectos 1997-2003
Chandigarh, Tribunales (1 950-1957), Le Corbusier.
26. Le Corbusier 1910-1965, Gustavo Gili, Barcelona,
2001 (7' edición), pp. 200-205; N. Evenson, Chandigarh,
University of California Press, Berkeley, 1 966.
27. Módulo, 1 1 , 1 958, pp. 7-1 5; W Staubli, Brasilia,
Stutgart, A. Koch, 1 965. La inflexión crítica contra
Brasilia tuvo algunos contrapuntos, entre ellos el que
ofreció Carlos Flores en Hogar
y
Arquitectura (26, 1 960;
33, 1 961 ), y en "Brasilia, año cero", Arquitectura interior
1 961, Aguilar, Madrid, 1 961, pp. 97-1 39.
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a través del tratamiento de la luz mediante la combinación entre patio abierto y vestíbulo cerrado,
trasunto del distribuido de Durand, y con la definición libre de las salas de vistas.
La arquitectura sueca venía experimentando proyectos de edificios municipales-judiciales en la
tradición del romanticismo nacional, como el notable Ayuntamiento de Ragnar óstberg y los
Tribunales de Justicia de Carl Westman, en Estocolmo, obviamente de mayor envergadura. Esos
arquitectos tienen ascendencia sobre el joven Asplund, que en algún modesto edificio judicial
tuvo oportunidad de experimentar esta tipología (Tribunal de Sólvesborg, en el condado de Lister,
1917-21) con resultados ciertos tanto en la caracterización del lugar, mediante la puesta en valor
de un itinerario, como en la definición jerárquica, aunque sencilla, de la sala de juicios.
Percepción cercana, doméstica, pero con la digna firmeza del hueco de acceso.
Estas referencias nórdicas describen una arquitectura judicial próxima, cotidiana, frente a los
grandes palacios de justicia de la tradición monumental decimonónica. En los valores originarios
de la separación de poderes rige un fundamento que no puede menos que reaparecer a lo largo
del siglo XX en la representación arquitectónica y urbana. Lo decíamos al comienzo al referirnos
a la encrucijada de la puesta en escena de los Estatutos de Autonomía en España. Pero la opera
ción de mayor impacto, en la segunda parte del siglo había sido la construcción de nuevas capi
tales en el planeta, con ejemplos tan extraordinariamente relevantes como Chandigarh y Brasilia.
La interpretación de E. Kaufmann, en su libro de 1933, al trazar un arco desde Ledoux a Le
Corbusier en la constitución de la arquitectura autónoma, se confirma ante la oportunidad que,
mediado el siglo, se le ofrece de diseñar una nueva capital en uno de los Estados de la India.
Seguidamente, la potente decisión de hacer lo propio para una nueva capital federal de Brasil,
con trazas de Lucio Costa, quien también estimaba a Le Corbusier en su condición de conse
cuente de los valores históricos, y edificios de Osear Niemeyer. En una y otra ciudad, se construi
rían sedes de los órganos superiores de justicia bajo el estímulo de la gran arquitectura, de la
nueva monumentalidad, por más que estas obras no alcanzaran a ser los iconos predilectos de
una y otra ciudad.
No obstante, los Tribunales de Chandigarh (1950-57) que Le Corbusier proyecta dentro de la
nueva capital del Punjab, es un importante hito en la particular historia de la arquitectura judicial.
La ciudad establece su jerarquía institucional a la manera británica mediante la formación del
área del Capitolio en el extremo norte del eje principal, con cierta semejanza a como Lutyens dis
puso el Palacio del Virrey en Nueva Delhi. Ese espacio principal reúne las principales instituciones,
como el Parlamento, Secretariado, Palacio del Gobernador, y también el Palacio de Justicia y sus
anexos
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. El edificio, abierto a la plaza, se resuelve en un gran pórtico que cobija, a un lado, la
gran sala del Tribunal Supremo, a otro, las salas de menor rango, resueltas en menor altura para
soportar en su piso superior las oficinas judiciales. La permeabilidad del espacio y su registro es
su mayor atributo, junto a la expresividad tectónica y formal mediante la unificación y carácter
monumental que otorga el pórtico común, idea que se verá trascendida en ejemplos de la arqui
tectura institucional, no sólo judicial, posterior.
El Tribunal Superior Federal (1958) de Brasilia es una obra menos brillante. Situada en la plaza de
los Tres Poderes, en la que desemboca el gran eje que también estructura la nueva capital brasile
ña, cierra con el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia, el triángulo cuyo vértice más elo
cuente lo constituye el Parlamento con su Secretaría, punto focal de composición brillante y de
fuerte plástica 27 . El alto Tribunal es una pieza menos elocuente, rara vez reproducida, por más
que con la formación de una fachada a manera de gran fuente pretendiera establecer una analo-