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Miquel Rodrigo Alsina
cedora para todos. Por mi parte no voy a abundar en esta postura un tanto
voluntarista. Creo que, en primer lugar, sería mejor institucionalizar el tipo de
tratamiento periodístico y, en segundo lugar, considero que el trabajo que debe
realizarse no sólo corresponde a los periodistas sino a la sociedad en su con
junto. Como afirma Estrella Israel (2001: 165) "El periodismo intercultural es una
necesidad de las sociedades que pretenden vivir en un modelo democrático par
ticipativo, en el que aparezca como valor la interculturalidad. De lo expuesto, es
posible realizar dos propuestas o sugerir dos necesidades: la primera, que los
libros de estilo o los estatutos de redacción de los medios de comunicación
incluyan de un modo concreto las recomendaciones de los códigos deontológi
cos consensuados por los profesionales de la información con respecto al tra
tamiento informativo de grupos minoritarios: la segunda, es la incorporación en
el currículo de Ciencias de la Comunicación de contenidos que reflejen la inter
culturalidad o periodismo pluralista".
Para Martín Corrales (2002:244) "En la actualidad urge intensificar la tarea
de 'blanquear' la imagen de los magrebíes, tan ennegrecida durante centurias.
Ciertamente esta tarea está siendo acometida por aquellos sectores de la
sociedad que proclaman su adhesión a valores como la tolerancia, la solidari
dad, la igualdad, etc. Pero no sabemos cuánto hay de moda pasajera o de esno
bismo en esta corriente. En todo caso, sin caer en un optimismo acrítico ni en
un pesimismo escéptico, debemos aprovechar la actual situación para contri
buir a reparar en la medida en que podamos la terrible imagen de los magre
bíes que hemos creado a lo largo de doce siglos".
Para Santamaría (2002: 181-182) hay superar los perjuicios, pero además
"es necesario ir más allá e intentar vislumbrar algunas líneas de reformulación
sociológica (y, por ende, cognitiva, cultural y política) de las movilidades y movi
lizaciones poblacionales contemporáneas. De este modo (. . . J es necesario
incluir en la elucidación de las dinámicas sociales y culturales las representa
ciones que los propios migrantes presentan de la sociedad de instalación y de
las relaciones sociales que mantienen con los diferentes actores sociales".
Como profesor universitario pienso que la universidad debe plantearse su
responsabilidad en la formación de los futuros profesionales de la comunicación
en la perspectiva que nos ocupa. Recogeré aquí algunas de las propuestas que
ya se han formulado en otro lugar (Martínez y Rodrigo 1997). En primer lugar,
se debe sensibilizar a los estudiantes ante los retos de la multiculturalidad. Si
nos fijáramos en las bibliografías que utilizamos en nuestra docencia se vería
que, en España, hay un gran predominio europeo y norteamericano, con algu
na referencia latinoamericana. Implícitamente se pone de manifiesto que el
saber corresponde a determinados países. En segundo lugar, hay que ofrecer
instrumentos de reflexión y de crítica que permitieran a los estudiantes ver
donde están los obstáculos prácticos que pueden encontrar los periodistas a la