Comunicación cultura y migración - page 168

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Miquel Rodrigo Alsina
Se suele representar la inmigración como si fuera un foto fija sin perspecti­
va histórica ni sociológica. Se olvidan frecuentemente los lazos existente en el
pasado (por ejemplo, en el caso magrebí o latinoamericano) y se representa una
alteridad desvinculada de nuestra historia. Como son los "otros", no forman parte
de nuestra historia. Así se producen curiosos ejercicios de amnesia histórica.
También se olvida que sociológicamente los migrantes son muy dispares.
Aquellos inmigrantes que no cumplan con el estereotipo se les suele conside­
rar una excepción. Así, por el simple hecho de ser magrebíes ya se les atribu­
ye una serie de características que tranquilizan nuestras conciencias porque
cumplen los que se espera que sean. Esto consolida una visión estereotipada
de la realidad, que es muy difícil de superar.
Las representac i ones de l a i nmi gración
Las imágenes que se asocian a la inmigración suelen ser de muy diversa
índole pero, más allá de una cierta polifonía, la visibilización que se suele hacer
de la misma en los medios de comunicación alimenta la estigmatización social
de determinados colectivos de inmigrantes. Por supuesto, no es lo mismo la
inmigración japonesa que la marroquí. Aquí nos referiremos solamente a aque­
lla inmigración que es representada como una minoría étnica estigmatizada.
Pero incluso con las minorías étnicas habitualmente estigmatizadas pueden
darse una pluralidad de discursos. Como señala Martín Corrales (2002: 229),
durante el ultimo cuarto del siglo XX, "Al contrario de lo que sucede con los artí­
culos de la prensa periódica, en los que a pesar de dominar las posturas 'polí­
ticamente correctas' las opiniones xenófobas y racistas tienen cabida, aunque
sea marginalmente, el tratamiento gráfico (fotos y viñetas) apenas proporciona
ejemplos de las posiciones contrarias a la inmigración. Se puede afirmar que,
en el último cuarto de siglo, el tratamiento gráfico dado a los inmigrantes
magrebíes en los medios de comunicación se ha caracterizado por la constan­
te denuncia de las duras condiciones que sufren al tratar de llegar a España y
por las posteriores condiciones de vida que deben soportar".
Sin embargo , creo que se puede afirmar que la estigmatización empieza
ya con las metáforas con las que se asocian las migraciones, convirtiéndolas
en "un fenómeno inquietante y preocupante" (Santamaría 2002: 11B). Así, en
ocasiones, hay un discurso que naturaliza las migraciones como un fenóme­
no "natural", desvinculado de las relaciones económicas que lo alimenta. Se
habla, utilizando metáforas naturalizadoras, de "ola de inmigrantes", de
"marea", de "riada", de "avalancha", de "flujos migratorios".. . De esta forma
se va construyendo la imagen de una inevitabilidad, con resonancias climáti­
cas , ante la que no podemos hacer nada. Como afirma Santamaría
(2002: 1 20) ". . . las metáforas del agua 'naturalizan' el fenómeno y lo identifi-
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