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Jéssica Retis
lela, ese mismo año comienzan a ser "más visibles" en el discurso periodísti
co. La crisis argentina ocupa titulares de portada y la llegada de inmigrantes
procedentes de ese país también empieza a ocupar un espacio representativo
en la opinión pública. Un titular de la sección de internacional de El País titu
laba "El hambre y la desnutrición amenazan a más de 200. 000 niños en
Argentina. Tres chicos mueren cada día por desnutrición o enfermedades vin
culadas a la hambruna". Por primera vez, después de muchos años de inmi
gración argentina en España, este colectivo aparece en la misma categoría
que los demás: como inmigrantes de segunda. Las noticias sobre la crisis eco
nómica provoca que la imagen tradicional del argentino profesional que llega y
se instala perfectamente en la sociedad española se transforme en la de un
reivindicador de sus derechos.
El 15 de noviembre del 2002 aparece un titular de El Mundo que dice "La
madre patria olvida a sus hijos. Los inmigrantes argentinos acusan al Gobierno
español de violar los tratados internacionales y el principio de reciprocidad". A
diferencia de otros colectivos, los argentinos sí que hacen uso de su voz en los
medios, son citados de manera más textual con argumentaciones políticas y
jurídicas de reivindicación de sus derechos sociales. Se empieza a tomar una
metáfora recurrente el "exodo" para calificar la salida de argentinos de su país
y los paralelismos entre la cualificación de estos inmigrantes y su actual situa
ción laboral. La nota citada explica: "María Eugenia estudió Ciencias Políticas en
Bastan; ahora, limpia oficinas. Ernesto López construía carreteras en
Argentina; ahora, sirve copas en los bares de moda de vez en cuando.
Alejandro era funcionario y perdió la mitad de sus ahorros en el corralito; ahora
vaga dando tumbos en busca de trabajo. Son las caras que se esconden tras
la tragedia del éxodo argentino. Tres historias que se repiten con más o menos
suerte entre los 65.000 argentinos que han llegado a España en el 2002, según
estimaciones de su Embajada en Madrid".
Las dos figuras más recurrentes en las noticias son, por un lado, la infor
mación sobre la miseria que agobia al país a raíz de la crisis y la indignación de
los inmigrantes cuando llegan a España. En el primer caso encontramos titula
res como "No hay agua ni luz en el basural de Los Vazquez. Familias pobres viven
sin ningún servicio en torno a los basureros, comen los desperdicios e intentan
encontrar algo para vender" (El País, 22/11/2002]. La nota es acompañada de
una foto en donde aparece Pablo Francisco Gómez junto a sus hijos Pablo
Enrique y Juan Facundo, en un hospital de Tucumán, con evidentes síntomas de
desnutrición. "Tucumán, el símbolo de la miseria del norte de Argentina. La pro
vincia tiene un 44% de población desocupada, debido al cierre de centenares de
explotaciones familiares y a la caída del precio del azúcar" (El Mundo,
27/11/2002). Un artículo de La Vanguardia firmado por Carlos Sentís
(22/1 /2002) se pregunta "Nuestras alarmas se encienden: si Argentina, país
rico, ha llegado a este punto de miseria ¿no sería posible vernos un día en igua-