La construcción de la Imagen de la Inmigración latinoamericana en la prensa española
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también una suerte de reordenamiento jurídico con el tema del visado similar al
dominicano. En 1992 se contaban 7. 437 residentes legales mientras que al pri
mer trimestre de 2002 llegaban a contabilizarse 36.650. Los peruanos se han
incrementado bastante numéricamente, pero no ha sido así su presencia mediá
tica. Una de las causas de esta situación se debería precisamente a que, como
con los dominicanos en su momento, se empezó a regular la entrada con visa
dos de trabajo. Los ciudadanos provenientes de Perú tienen un trato "preferen
te" en la concesión de visados laborales y esto aunado a la antigüedad de los que
ya residen legalmente anteriormente facilitan su integración en la sociedad.
Como consecuencia de esto han dejado de ser generadores de conflictos
y por lo tanto son "menos visibles". En un rápido repaso por la hemeroteca para
buscar información periodística sobre peruanos hemos encontrado algunos
ejemplos aislados (en mucho menor volumen que los ha
ll
ados
·
respecto a ecua
torianos, colombianos, cubanos o argentinos, más recientemente] que corro
boran esta argumentación. Un titular de El País del 31 de mayo de 1996 escri
bía "Conductores del metro avisan por megáfono de la entrada de ladrones".
Aunque no hace referencia al origen étnico de estos delincuentes en el titular.
El desarrollo de la nota sí que afirma: "La línea 8, estación de Serrano, a las
seis de la tarde. Las puertas acaban de cerrarse. La voz del conductor sacude
el abarrotado vagón: "
¡
Acaban de entrar! Tengan cuidado con las carteras. ¡Son
peruanos!". Causa atención también una carta al director de El país del 31 de
agosto de 1993 en la que una mujer se queja de la discriminación que sufren
los peruanos por ser ladrones "El problema es que aquellas gentes realmente
pensaban que el delito de aquellos hombres era el de ser inmigrantes (en este
caso latinoamericanos), no el de ser delincuentes. La delincuencia no es patri
monio de ninguna etnia ni de ningún país".
Después de peruanos y dominicanos, los residentes argentinos son los lati
noamericanos más numerosos en España. Sin embargo, su presencia ha sido
poco o nada relacionada con la conflictividad o la delincuencia. Tal como apunta
Sarrible, los argentinos se caracterizan por pasar desapercibidos, por no recla
mar un derecho a la diferencia y por "mimetizarse" con la población de acogida.
Han tenido un impacto mucho menor en la sociedad y una menor resistencia a
la integración. Su ascendencia europea, las mayores posibilidades de encontrar
estancia legal, sus relaciones con las administraciones y una visión de perte
nencia de clase le han diferenciado. Hasta 1996 constituían el primer colectivo
de latinoamericanos incrementando su número desde 21.571 en 1996 a 18.246
cuatro año más tarde. En 1997, son sobrepasados por los peruanos porque
éstos incrementan el flujo de inmigración, pero también porque empieza un
moderado descenso en el conteo de residentes provenientes de Argentina.
Como hemos dicho antes, este aumento se mantuvo hasta dar un salto
cualitativo de 16. 610 residentes en 2000 a 20. 412 en 2001. Al primer trimes
tre del 2002 se contaban en 24. 107 los residentes argentinos, de manera para-