Comunicación cultura y migración - page 131

La construcción de la Imagen 'de la Inmigración latinoamericana en la prensa española
129
y vivienda del Instituto Nacional de Estadística, que incluyen a todas las perso­
nas presentes en el territorio durante el levantamiento de datos, b) Las esta­
dísticas del Ministerio del Interior y Dirección General de la Policía elaboradas
por la Dirección General de Ordenación de las Migraciones, que corresponden
a los permisos de residencia y estancia temporal expedidos cada año, y c) Las
estadísticas del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que indican el núme­
ro de permisos de trabajo según criterios diversos. En el contexto europeo, los
datos suelen ser recogidos por el Sistema de Observación Permanente de las
Migraciones (SOPEMI) de la OCDE. Gracias a todas estas estimaciones pode­
mos conocer de manera aproximada la cantidad de extranjeros que viven en
España, cuántos llegan al año, en qué trabajan, dónde residen, etc.
Sin embargo , existe un volumen muy importante de inmigrantes que no
aparecen en las cifras oficiales. Las causas son diversas: porque no cuentan
con residencia legal ( 1 1 ); en otros casos, porque una parte aparece en los
registros policiales cuando ya llevan un tiempo residiendo en el país; porque los
que se acogen al proceso de naturalización dejan de aparecer en las listas
como extranjeros ( 1 2) ; en otros casos (como los argentinos, por ejemplo) por­
que entran al país con pasaporte español y/o cuentan con la condición de ciu­
dadanía española al partir de su país de origen.
Los datos más recientes que tenemos a nuestra disposición son los publi­
cados por el Colectivo loé (2002). Según este documento, los residentes supo­
nen, a principios de 2002 el 3% de la población española, elevándose a 4% si
se le suman los nacionalizados y los irregulares. "Se trata de un porcentaje
moderado, aunque su evolución ha crecido de forma importante en los años
recientes, puesto que en 1 99 1 eran sólo el 1 %" y si se analiza comparativa­
mente en el contexto de la Unión Europea, España continúa siendo uno de los
países con menor proporción extranjera, sólo por encima de Portugal, Finlandia
y Japón, y muy lejos de Suecia o Francia (más del 5%), Bélgica, Alemania,
Austria o Estados Unidos (8% a 1 0%) o Suiza (1 9%) o Luxemburgo [39%).
Aunque la dinámica en la década precedente ha hecho que España sea el ter­
cer país europeo con mayor tasa de crecimiento de la inmigración, su peso rela­
tivo aún es moderado.
Solé (2001 ) coincide con Izquierdo (1 992) en que se pueden distinguir cua­
tro fases en los flujos migratorios de entrada al país. Una primera, marcada
por el aumento regular desde comienzos de los años sesenta (de 65.000 a
1 48. 000); una segunda fase de crecimiento moderado que empezó a ser asten-
11.
En estos casos, los investigadores suelen recurrir a los datos de algunas ONGs que trabajan con inmi­
grantes y contabilizan a los "sin papeles". Estas mediciones también son aproximativas porque puede resultar
que un mismo individuo sea medido varias veces.
12.
Según loé (2002). entre 1 995 y 2000 han obtenido la nacionalidad española 1 75.000 personas, de las
cuales 1 50.000 lo hicieron a partir de 1 980.
1...,121,122,123,124,125,126,127,128,129,130 132,133,134,135,136,137,138,139,140,141,...212
Powered by FlippingBook