6. SITUACIÓN PASADA Y PRESENTE EN EL CUERPO
125
— Y claro aprendes a ponerte borde, aprendes a utilizar palabras que no son
tuyas, aprendes el insulto. Yo tengo una boca que yo al principio no tenía. Eso
de “me cago en tu puta madre”, ¿tú que estás hablando…? es un vocabulario
muy masculino que yo he tenido que adquirir para poder estar de igual a igual.
— Sí, porque muchas veces necesitamos ponernos a su nivel para quizás
ganarnos, nosotras pensamos, para ganarnos el respeto de los compañeros.
Pero bueno, a mí también me da muchísimas veces coraje que digo "¡Coño!
¿Por qué tengo yo que ponerme a su nivel? es que yo tengo mi personalidad.
Y punto. Y ya está"
(Mujeres, GD mujeres).
— A ver, a mí nadie me iba a decir es que tú… ¿sabes lo que te quiero decir? O
sea, si yo entro en un trabajo que hasta ahora es de hombres, es porque yo
voy a cumplir igual o mejor que va a cumplir un hombre (Aunque eso implique
patrullar embarazada de 8 meses por la playa con un chaquetón de plástico en
junio)
(Mujer, EP expolicía).
La adopción de este tipo de patrones de comportamiento en su actividad cotidiana
parece ser frecuente entre las policías con menor antigüedad en el Cuerpo (las
que aún tienen más que demostrar), lo que se observaría desde el periodo de
formación en la ESPA, pero también se reflejaría en su día a día como fórmula para
“ganarse el respeto”.
— Muchas son las que, a lo mejor, aparentemente tienen más facilidad en cuanto
a fluidez verbal, capacidad de comunicación que un chico, sin embargo, parece
como que tienen que demostrar algo y te las encuentras pegando voces, son
las primeras que sacan lo grilletes y van a detener o a proceder a la detención…
(Hombre, GD Mandos).
— Entonces, cuando viene una mujer el respeto no es el mismo que con el hombre,
es como dice el compañero, cuesta un poco más que le dé la documentación,
cuesta un poco más el darle….entonces eso es cuestión de la sociedad, de
que vivimos en una sociedad que todavía no tenemos [igualdad]… y, claro, esa
mujer tiene quizás que exponer antes el principio de autoridad antes que un
hombre, es decir, “eh, aquí estoy yo y cuidado que aunque yo sea mujer no me
vas a…”
(Hombre, GD Hombres).
En el caso de las mujeres cargos también se puede observar la adopción de
modelos masculinos, se puede recurrir a la estrategia de “imponer los galones”
y del respeto a la jerarquía, frente a relaciones más de confianza que pudieran
interpretarse como debilidad femenina:
— Pero yo siempre he impuesto mis galones (…) se respeta la jerarquía. No tolero
que me tuteen para que me tengan el mismo respeto. XXXX es más… tiende
