128 La lenta normalización de la presencia de mujeres en los Cuerpos de Seguridad
— Cuando empecé a trabajar (2009) bueno lo que tú comentabas, que fíjate los
años que han pasado, y a mí todavía los niños por la calle me paran y señalan
al padre o a la madre y le dicen “mira, una mujer policía”. Que, bueno, te parece
increíble que pase esto en los tiempos que corren
(Mujer, GD mujeres).
Esta extrañeza, en ocasiones, adquiere un tinte de escepticismo o incluso rechazo,
y obliga a las mujeres a “demostrar” no solo ante los superiores y compañeros sino
también ante la ciudadanía (como muestra el ejemplo de la policía embarazada
de 8 meses patrullando en el mes de junio por la playa con un chaquetón de
plástico que disimulaba su avanzado estado de gestación). Significativamente,
este argumento, que la actitud de la ciudadanía ante una mujer policía no sería
igual que ante un hombre policía, aparece más en los discursos de los hombres
que de las mujeres, por lo que podría estar utilizándose como elemento para
justificar, de una forma indirecta, las propias actitudes de rechazo de los hombres
policías hacia sus compañeras mujeres.
— Hay dificultades con las que se encuentran las mujeres en el ejercicio de su
profesión y el ejemplo más claro lo tenemos en que, por ejemplo, una mujer
que va a proceder a denunciar un vehículo, aparece el ciudadano de turno y
cuando ve una mujer policía y lo menos que le dice “¿A mí me va a denunciar
una mujer?” Entonces hay mucho machismo aún y eso es un problema que
todos en general, sea hombre o mujer, para progresar tenemos que estar
constantemente superándonos y demostrando, pero sí es cierto que por ser
mujer doblemente tiene que estar demostrando
(Hombre, GD mandos).
— Ya como he comentado, 22 años en primera línea del frente. Y hay un punto.
O sea, la calle tiene determinados momentos que es la selva, en la selva gana
el más fuerte y lamentablemente el uniforme en la calle no es autoridad. La
autoridad, a veces, en determinadas circunstancias la da el que va dentro, o la
que va dentro del uniforme. Ahí veo yo un punto de complicación dependiendo
de quien vaya dentro del uniforme. Cuidado, también un varón. Pero el mero
hecho de la calle, de ver a una mujer con uniforme en una situación complicada,
cuando a los que tienes enfrente les da igual que lleves uniforme y un arma,
porque saben que es complicado… ahí he notado yo a veces trabajando en
la calle y es más, con la compañera que trabajaba en XXX, terminó en el suelo
encima del tío revolcándose. Pero quizás ese tío con un agente de 1’90 con
el palo en la mano no se hubiese tirado para alante, y digo que también pasa
con los policías más… que no son tan echados pa adelante, quizás en la calle
lo digo siempre, el peligro se huele. Yo en la calle huelo al malo, pero es que
también el malo me huele a mí
(Hombre, GD Hombres).
— En mi plantilla tenemos dos mujeres, y a la hora de trabajar, trabajan como
otro cualquiera, lo que sí notas tú en la calle que cuando, a la hora de una
intervención, muchas veces tiene que darse a respetar más que un hombre.
