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Francisco Sierra Caballero
entre la población inmigrante y colectivos sociales en contacto con la población
recién llegada a estos países.
En este empeño, el Grupo de Investigación en Comunicación y Cultura de
la Universidad de Sevilla hemos iniciado un proyecto de investigación sobre el
fenómeno migratorio tratando de construir una red de cooperación productiva
con el propósito no sólo de trabajar sobre los distintos aspectos que concier
nen a la inmigración y su representación mediática, sino también especialmen
te sobre las estructuras que gobiernan la producción de noticias abriendo vías
de intervención en el acceso y uso de la comunicación para el desarrollo y el
diálogo intercultural en torno a cuatro ejes fundamentales:
1 .
La libertad de información.
"En sociedades en las que la información se
convierte en un recurso fundamental el poder se ejerce mediante el control de
los códigos ocultos que permiten la formación del sentido y fundan la comunica
ción. En consecuencia, la democracia se mide por el grado de apertura de las
arenas de contienda en la que se produce y disemina el discurso público, inclu
so cuando el juego no se realiza sobre bases igualitarias. En la convicción de que
el poder de la información consiste en primer lugar en el poder de nombrar, la
democracia debería trabajar para prevenir el monopolio del lenguaje y para sal
vaguardar el derecho a la palabra del que nuestro tiempo tiene urgente necesi
dad: aquella libertad de los individuos y de los grupos para establecer el sentido
de lo que son y de lo que quieren ser" (Melucci, 2001 : 57). Un reto de la políti
ca de comunicación, en este sentido, es la redefinición de las pautas de repre
sentación informativa para responder a la nueva ecología cultural en las relacio
nes entre grupos étnicos diferentes. La apuesta por una política de inmigración
avanzada pasa, en este punto, por la asunción del principio de transparencia y
visibilidad del fenómeno migratorio como problema social no como noticia.
En la actualidad, la población inmigrante es sobrerrepresentada episódica
mente en los medios sin que se tome en consideración tanto la presencia acti
va y la distinción de "voces minoritarias" en el discurso público sobre la inmi
gración, como la falta de acceso y reconocimiento de estos colectivos sociales
en los medios informativos. Urge por tanto garantizar las libertades públicas de
esta población mediante la defensa de nuevos derechos sociales: el derecho a
ser diferente, al territorio, a la representación y expresión cultural propias, a
partir del reconocimiento del derecho a una comunicación activa.
2.
La política cultural de la diferencia.
Cuando el poder se basa cada vez
más en el control de los códigos y dispositivos culturales, los conflictos por la
construcción y apropiación de sentido adquieren una relevancia nada desdeña
ble. Las luchas de afirmación étnica terminan por convertirse en formas de
resistencia anticapitalista que oponen la especificidad y singularidad colectiva a
las lógicas de la racionalización tecnocrática y a la ley del valor de cambio del
capital globalizado, cuya lógica es formalmente diversificada pero esencialmen-