I. ELCONTEXTODELA INMIGRACIÓNENANDALUCÍA: DATOSESTADÍSTICOS 39
concentrar algunas provincias una proporción de in-
migrantes que supera con creces la media nacional,
mientras queotras apenas alcanzan lamitadde lame-
dia regional.
¡
Unmayor pesodepersonasconnacionalidaddealgún
paísmiembro de laUnión Europea, al superar su peso
entre lapoblaciónextranjeraenAndalucíaenunosdiez
puntos porcentuales en comparación con el corres-
pondiente valor para el conjuntodel país.
¡
Una situación especialmente comprometida del mer-
cado laboral, estrechándose en Andalucía las diferen-
cias existentes a escala nacional entre las poblaciones
extranjera y autóctona respecto de los principales pa-
rámetros de la situación ocupacional y singularmente,
respectode la tasa de paro.
¡
Un perfil marcadamente segmentado de dedicación
laboral de lapoblaciónextranjera, conunelevadopeso
del empleo agrícola no solo entre las personas con
nacionalidad de países “terceros” (extracomunitarios),
sino también entre la inmigración procedente de otros
países de laUE-27.
De todos los datos disponibles sobre inmigración, proba-
blemente sean los relativos a la situación laboral los que
más interés suscitan en este complicado momento de
la historia económica del país, aunque no son los únicos
que llaman la atención; la evolución de los parámetros
demográficos también está siendo objeto de un notable
interés mediático y social en fechas recientes. No sere-
mos nosotros quienes restemos importancia a estas dos
dimensiones verdaderamente constituyentes del hecho
inmigratorio, peroquisiéramos insistir enqueéstenoesun
mero epifenómenode la situación coyuntural.
La conversión de Andalucía en una sociedad de inmigra-
ción se produjo al hilo de un extraordinario período de
expansióneconómica, peroaunquedichaexpansiónhaya
finalizado de modo brusco y doloroso, en cuanto tal, la
aludida transformación de la población no es reversible,
ni tampoco se resumeplenamenteendatos cuantitativos.
La inmigración ha aportado una mayor diversidad del
origen geográfico de las personas que viven en nuestra
Comunidad y ha enriquecido la sociedad mediante un
amplio abanico de impulsos culturales, religiosos, educa-
tivos, gastronómicos, profesionales, etc. Pese al envite de
la crisis económica, durante estos últimos años, muchos
inmigranteshapodidoconsolidar suarraigoen la sociedad
receptora; cabe resaltar, en este sentido, el hecho de que,
al igual queocurreenel restodeEspaña, unaampliamayo-
ríade los extranjeros residentes enAndalucía se encuentra
en una situación administrativa plenamente estable, con
independenciade la situacióndel mercado laboral.
Según como se mire, ello es indudablemente positivo, al
desvincularse la situación administrativa de las vicisitudes
de lacoyunturaeconómica; ono loes tanto, al implicar que
la comprometida situación del mercado laboral carece de
mecanismosmásomenosautomáticosdecompensación,
como pudiesen ser los originados por una disminución de
la población activa de procedencia extranjera, debida a su
vez a corrientes masivas de re-emigración. Sin descartar
que tales flujos emigratoriospudieranproducirse, losdatos
estadísticos disponibles a día de hoy no avalan la conclu-
sióndequeelloyahayaocurrido; ysalvopruebaencontra-
rio, nodebemos descartar quepuedaocurrir.
Aunque a veces se interprete como un término relativo a la
creciente pluralidad de procedencias, culturas, y religiones
que ha ido manifestándose al hilo del hecho migratorio,
la diversidad es un concepto esencial para describir a la
sociedad andaluza, en cuanto tal. No cabe duda de que
Andalucía es una Comunidad Autónoma extremadamente
rica en diferencias internas, desde las económicas y topo-
gráficas hasta las costumbres cotidianas, las tradiciones
gastronómicas, y el calendario de festividades. Cada una
de las provincias andaluzas, y de sus ciudades y pueblos,
presenta características singulares en muchos respectos.
Ello revierte en que la diversidad no nos sea ajena, sino
todo locontrario; lapropiahistoriadeAndalucíaasí loates-
tigua. Por tanto, la inmigración internacional no hace sino
acentuar un rasgoesencial de lapropiasociedadandaluza.
En resumidas cuentas, la necesidad de este III Plan In-
tegral para la Inmigración, y de las políticas sectoriales
que mediante el mismo se vertebran y coordinan, radica
en la doble constatación de que la inmigración no es un
fenómeno efímero, sino una realidad permanente (aunque
cambiante), ydequeenestosmomentos, unobjetivoprio-
ritario es el de promover la convivencia en la diversidad.