La lenta normalización de la presencia de mujeres en los Cuerpos de Seguridad
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grupales (a 4 mujeres de la primera promoción de mujeres Policías Locales de
Andalucía -Córdoba 1970- y a 2 profesoras de academias de preparación de
oposiciones).
Todos los grupos de discusión y las entrevistas fueron grabados digitalmente y
posteriormente transcritos. A continuación se procedió a analizar cada uno de
ellos mediante el software para análisis cualitativo asistido por ordenador Atlas.
ti (versión 7.0.86). El análisis de los grupos y las entrevistas permite identificar
una serie de discursos en torno a los procesos de acceso, desarrollo profesional
y promoción de hombres y mujeres en las Policías Locales que complementan el
cuadro dibujado por los datos ofrecidos por la encuesta.
En primer lugar, destaca el cuestionamiento generalizado de los procesos de
acceso a los Cuerpos. Se denuncia la politización de los mismos, su falta de
trasparencia y la existencia de arbitrariedades. Esto, que perjudica al conjunto
de personas opositoras, afecta de forma especialmente grave a las mujeres que
perciben intensamente la falta de garantías. Así mismo, se observa como los
procesos selectivos han ido endureciéndose a lo largo de las últimas décadas.
En segundo lugar, se observa como las mujeres policías han de enfrentar un
cuádruple conjunto de discriminación o rechazo.
a) Discriminaciónde loscompañerosquepuedeadoptar distintasmanifestaciones,
desde “bromas” continuas (discriminación moderna) a no querer salir a patrullar
con ellas, pasando por actitudes paternalistas, hasta incluso situaciones de
acoso laboral y sexual. Se incluiría aquí también la discriminación que sufren
por parte de los sindicatos que no actúan como agentes promotores de la
igualdad de género.
b) Discriminación por parte de los mandos que rechazan tener a mujeres en sus
plantillas, les asignan determinadas tareas (oficina, violencia de género, tráfico)
o impiden el ejercicio de sus derechos asociados a los periodos de embarazo
y a la conciliación de la vida laboral y familiar.
c) Discriminación por parte de las alcaldías, que bloquean el acceso de mujeres a
sus plantillas, promueven su acceso limitado y con una mera intención estética
(que se vuelve en contra del objetivo de igualdad de género) o promueven
modelos de policía asociados a roles masculinos y a la fuerza física, o incluso
sitúan a un hombre por encima en el caso de encontrarse un Cuerpo de Policía
Local dirigido por una mujer.
d) Discriminación por parte de la ciudadanía, que pone en cuestión, discute o
infravalora a las mujeres policías en el ejercicio de sus funciones, reaccionando
ante ellas de forma diferente a como lo harían frente a sus compañeros varones.