La lenta normalización de la presencia de mujeres en los Cuerpos de Seguridad
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estructural de género afecta principalmente a las mujeres dentro de un sistema
patriarcal.
Entre las mujeres que han respondido a la encuesta, se observa, de media, una
menor antigüedad que los hombres. Se constata la existencia de segregación
ocupacional, mujeres y hombres se concentran en tareas y actividades
diferenciadas dentro del Cuerpo Policial. El porcentaje de hombres encuestados
que se dedican a actividades relacionadas con el tráfico y la seguridad vial,
así como a la intervención policial y a la planificación y organización, supera al
de mujeres notablemente. La presencia de éstas solo era mayor en las tareas
administrativas. En referencia a este punto, el análisis de una buena práctica
relacionada con la solicitud, baremación y asignación no arbitraria de destinos
internos de la Policía Local de Almería refuta la idea de que las mujeres prefieren
mayoritariamente puestos administrativos.
Con respecto a la situación laboral, la realización de turnos fijos es más
característica en las mujeres al igual que el haber disfrutado del permiso de
maternidad. Lo que se corresponde con los mayores problemas de conciliación
que tienen las mujeres al atribuírseles socialmente la responsabilidad del cuidado.
En relación al número de horas que mujeres y hombres dedican diariamente al
trabajo doméstico y de cuidados, los resultados son consecuentes con las cifras
de la población ocupada en Andalucía y las estadísticas de usos del tiempo. La
mayor carga de trabajo doméstico y de cuidados recae sobre las mujeres policías.
Frente al 6,5% de los hombres que afirmaban dedicar 5 o más horas al día a estos
trabajos, encontramos un 30,7% de mujeres quienes, fruto de ello, tienen que
hacer frente en mayor medida a los problemas derivados de la conciliación.
Éstas también valoran de manera más negativa la relación con mandos superiores
y con compañeros/as de trabajo. Los hombres muestran en mayor medida que
las mujeres preferencia por trabajar con personas de su mismo sexo (un 20,3%
de hombres frente a 2% de mujeres), si bien es cierto que tanto la proporción de
hombres como mujeres que no tiene preferencias en este sentido supera el 55%.
Por último, centrándonos en los datos relacionados con la formación, las
mujeres presentan una mayor formación académica que los hombres, pero el
porcentaje de mujeres y hombres que han participado en cursos presenciales
y virtuales son similares, aunque algo menor para las mujeres. El 73,8% de las
personas que respondieron la encuesta reconocen haber participado en algún
curso virtual: el 77,6% de los hombres y el 67,3% de las mujeres. En el caso de
los cursos presenciales, la tasa es del 76,9% para los hombres y 76,2% para
las mujeres. De nuevo estos resultados son consecuentes con el menor tiempo
disponible que tienen las mujeres por su mayor dedicación al trabajo doméstico
y de cuidados no remunerado, si bien, en este caso, también puede interpretarse
