ID
Noureddine Achiri
2.
El contexto sociopolítico: La inmigración
Los movimientos de población han sido un fenómeno constante en la his
toria de la humanidad. El hombre siempre ha viajado, se ha desplazado de un
lugar a otro en busca de mejores condiciones de vida. En la 2
°
mitad del siglo
20, el ritmo de estos movimientos se ha acelerado. El número de personas que
vivían fuera de sus países era de 84 millones en 1975 y de 104 millones en
1985; esta cifra llega a cerca de 175 millones en 2002.
Europa es uno de los puntos de mira de muchos candidatos a la emigra
ción. Tras la segunda guerra mundial se hizo necesario "invitar" a trabajadores
extranjeros (entre ellos, españoles) para reconstruir las economías de la Europa
Noroccidental. A ello hay que añadir el gran números de ciudadanos de las anti
guas colonias que, tras la independencia y la descolonización, emigraron hacia
países como Gran Bretaña, Francia, Holanda, Alemania y Bélgica.
En los años 70, las economías de la Europa Noroccidental conocieron una
ralentización en su crecimiento y gran cantidad de estos inmigrantes perdieron
su empleo y no podían encontrar trabajo. Los gobiernos europeos empezaron
a cambiar sus políticas sobre inmigración tomando medidas cada vez más
duras para frenar los flujos migratorios que seguían llegando.
El caso de España es diferente. Hace sólo unas décadas, España exporta
ba a emigrantes hacia los países de la Europa del Norte y otros lugares. Sin
embargo, el cambio político y la prosperidad de la España posfranquista hicie
ron que este país dejara de exportar a emigrantes y empezó a recibirlos.
España ha dejado de ser un "país de emigrantes" para convertirse en un "país
de inmigrantes". El mayor número de inmigrantes procede de África. El núme
ro de residentes legales africanos llegaba en 1999 a unos 200.000, posible
mente con otros 100.000 residentes "sin papeles". La gran mayoría de ellos la
constituyen los marroquíes.
La presencia de los marroquíes en España data de las primeras décadas del
siglo XX. Muchos marroquíes de la zona noroeste penetraron en la península a
través de Ceuta y Melilla. A éstos hay que añadir el gran número de ciudadanos
marroquíes que combatieron con el general Franco en lo que se llamaba "el ejér
cito moro". No obstante, el problema de la inmigración empieza a plantearse en
España en los años 70 con el cierre de las fronteras de los países de tradición de
inmigración. España, que era sólo un país de tránsito, se transformó en un país
receptor de inmigrantes. Los marroquíes constituyen el mayor colectivo de inmi
grantes en España. Los ciudadanos del país vecino residentes en España, que
eran sólo seis mil según cifras oficiales en 1985, sumaron 140.000 en 1998.
Al formar parte de la Unión Europea, España se ha convertido en la fron
tera sur de lo que se ha denominado la "Fortaleza Europa". Presionado por las
instancias europeas, el gobierno español empezó a tomar medidas cada vez
más duras para detener los flujos migratorios procedentes del continente afri-