40 La lenta normalización de la presencia de mujeres en los Cuerpos de Seguridad
Tabla 7. Ocupados/as por sector económico en Andalucía y España,
por sexo. 2014.
Total Nacional
Andalucía
Ambos
sexos Hombres Mujeres
Ambos
sexos Hombres Mujeres
Agricultura
4,3
5,9
2,3
8,2
10,3
5,4
Industria
13,6
18,9
7,2
8,5
11,9
4,1
Construcción
5,6
9,5
1
5,1
8,7
0,5
Servicios
76,5
65,7
89,4
78,3
69,2
90,0
Fuente: INE, EPA, Segundo trimestre año 2014.
De hecho, la población masculina en la agricultura casi duplica a la femenina
(10,3%de los hombres y 5,4%de las mujeres), aunque en la industria casi la triplica
(11,9% de los hombres y 4,1% de las mujeres) y en construcción prácticamente
no trabajan mujeres (8,7% de los hombres y 0,5% de las mujeres) y las que lo
hacen realizan trabajos de servicios en las empresas de este sector.
Esta dinámica se define como segregación horizontal, definiéndose como la
situación en la que se produce y existe una clara “separación de los mercados de
trabajo masculino y femenino de manera que hombres y mujeres se encuentran
en distintas ocupaciones y tipos de actividad” (Salido, 2002). Es decir, hombres y
mujeres aparecen como dos colectivos de trabajo, independientes y separados.
Gran parte de los estudios coinciden al señalar la influencia de los roles de género
como principal causa de la segregación horizontal. Como afirman Monreal y
Martínez (2010), los roles de género conllevan unos estereotipos que no se limitan
a esquematizar la realidad a través de la generalización de las características de los
grupos, permitiéndonos adaptarnos más fácilmente a una realidad compleja, sino
que afectan a las expectativas, comportamientos y creencias de los individuos.
Nos indican cómo son o deben ser hombres y mujeres
Como consecuencia de este conjunto de expectativas, comportamientos y
creencias de los individuos, se justifican aspectos como la elección vocacional,
produciéndose la existencia de sectores laborales que históricamente han sido
masculinos o femeninos, según el tipo de tareas y funciones que se debieran
desarrollar. Una de las principales consecuencias directas de la existencia de
segregación horizontal consiste en una diferencia significativa entre los salarios
de mujeres y hombres. La fuerte segregación horizontal impide la incorporación
femenina a sectores mejor remunerados. Por hora trabajada las mujeres perciben
aproximadamente un 15% menos de retribución que los hombres, con caracte-