Cuadernos de Aula Taurina: El Rejoneo
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H I STORIA DEL TOREO A CABALLO
3 . 1 . Las Fiestas de Toros y Juegos de Cañas. Funciones Reales
El rejoneo nace, en el siglo XVI I, como un ejercicio de la monta a la jineta,
que era muy practicada en el pasado entre la nobleza.
Tradicionalmente ha habido dos formas de montar a caballo: una a la brida y
la otra a la jineta, siendo ésta última de origen árabe y la que casi siempre se ha
practicado en España. Esta modalidad ecuestre alcanzó, en los siglos pasados, una
gran popularidad y la práctica de algunos ejercicios dio lugar, en el siglo
XI I ,
a un
espectáculo de gran aceptación popular:
los Juegos de Cañas ,
cuyos protagonistas
eran los miembros de la nobleza auxiliados a pie por sus correspondientes lacayos.
Los Juegos de Cañas vienen a sustituir a los torneos medievales que celebraban
en España los caballeros cristianos y moriscos. Era un espectáculo muy apreciado
por la aristocracia, donde incluso solía participar el propio rey.
Los Juegos de Cañas consistían en ejercicios ecuestres de adiestramiento y
simulación. En el juego participaban normalmente de seis a ocho cuadrillas, estando
cada una de ellas formada por cuatro, seis u ocho caballeros. Los jinetes iban
lujosamente vestidos y llevaban en el brazo izquierdo un escudo o adarga que tenía
pintado el distintivo de la cuadrilla.
El juego se iniciaba con el desfile de las cuadrillas. A continuación, los
caballeros, por parejas, hacían todo tipo de ejercicios ecuestres. Después, se
reagrupaba cada cuadrilla, situándose en el lugar asignado para realizar el ejercicio
final que consistía en arrojarse cañas unos a otros.
Para ello, las cuadrillas, por parejas, se colocaban a cierta distancia unas de
otras. En esta posición , los miembros de una cuadrilla perseguían a los de la otra
lanzandoles las cañas cuando estaban a la distancia adecuada, cañas que debían
esquivar los de la segunda cuadrilla con sus adargas. Los caballeros seguían un ritual
preciso, que regía las formas de arrojarse y esquivar las cañas, repitiendo el ejercicio
varias veces. A veces, se producían altercados entre los participantes, produciéndose
verdaderas peleas, de donde viene el dicho "las cañas se vuelven lanzas".
A finales del
XVI,
los juegos de cañas "rostro a rostro" típicos de Jerez de la
Frontera son famosos en toda Europa.
Estos espectáculos servían, no sólo de diversión, sino también para mantener
en forma a los nobles que nutrían los ejércitos. De hecho, la monta a la jineta fue
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