Cuadernos de Aula Taurina: El Rejoneo
Cuando el Presidente ordena el cambio de tercio, el rejoneador toma el rejón
de muerte para realizar la suerte de matar, lo que resulta muy difícil ya que se
trata de acertar en un blanco semimóvil desde la movilidad del caballo. Debido a
ello, con bastante frecuencia el rejón cae defectuoso o se pincha. Esta dificultad
explica la posibilidad que tiene el rejoneador de matar al toro a pie o la presencia
de un espada "sobresaliente", que interviene para estoquear o descabellar al toro
cuando el jinete no lo consigue desde el caballo y no lo hace a pie. Muchos
rejoneadores no son partidarios de la presencia de los espadas "sobresalientes" y
defienden la completa profesionalidad de los rejoneadores con todas sus
consecuencias.
Lo más correcto es clavar arriba, en las agujas del toro, aunque no siempre
se consigue . La suerte de matar a caballo tiene grandes problemas y si se acierta
con una muerte rápida, se debe ser algo benevolente. Los rejones bajos son los
más eficaces para matar fulminantemente. También los traseros y contrarios son
muy efectivos.
El rejón de muerte se suele clavar de frente o a la media vuelta y sobre todo,
entrando por adentro, es decir, entre la barrera y el toro ya que, a la hora de matar,
el rejoneador encuentra más dificultades pues los toros, en sus últimas arrancadas,
no suelen obedecer, ni tienen impulso para ayudar a que se introduzca el rejón.
Además tienden a echar la cara arriba y se tapan, lo que dificulta el momento de
clavar.
P. Hermoso de Mendoza clavando de frente el rejón de muerte. (Foto: Carlos Núñez)
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