Cuadernos de Aula Taurina: El Rejoneo
A los toros se les para obligándoles a que persiga al caballo. Se pueden parar
de dos formas: sin doblarse mucho, es decir, dejando que corran en grandes círculos
alrededor del ruedo o bien, en corto, en círculos cada vez más pequeños. En ambos
casos, los giros deben hacerse hacia la izquierda
y
el toro debe quedar parado en
los medios.
Lo normal es que el rejoneador espere la salida del toro junto a la barrera
y
en el extremo opuesto a chiqueros y que la res, antes de fijarse en el jinete y la
cabalgadura, deambule por el ruedo, aunque, a veces, el rejoneador lo espera
situándose junto a la puerta de chiqueros, es decir, a
porta gayola.
El primero en
recibir a los toros a
porta gayola
fue el portugués Fernando de Oliveira, a finales
del siglo XIX, aunque quien la popularizó fue su compatriota Simao da Veiga que
ponía la grupa del caballo justo en la misma puerta de toriles, llevando al toro
hasta los medios. También la realizaba Antonio Cañero quien, cuando salía el toro,
lo citaba
y
lo llevaba hasta el centro del ruedo y allí clavaba el rejón.
Hay una versión española o vaquera de la suerte a porta gayola, en la que el
rejoneador lleva la garrocha y corre al toro con ella. El primero que lo hizo fue
José El Algabeño con su caballo
Calonge
a finales de la década de 1920. Posteriormente,
la popularizó Javier Buendía y, en la actualidad, la practica con asiduidad Álvaro
Montes. Ángel y Rafael Peralta también la han realizado en alguna ocasión, con la
particularidad de utilizar la garrocha al violín, es decir, llevando la garrocha con
la mano derecha, pero cruzada sobre el cuello del caballo para citar al toro por
el lado izquierdo.
Alvaro Montes parando al toro con la garocha. (Foto: Matito)
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