Cuadernos de Aula Taurina: El Rejoneo
2. 1 . 5 . Rematar y salir de la suerte
Finalmente, hay que rematar y salir de la suerte. El remate no debe ser una
huida. Hay que intentar rematar bien las suertes, salir despacio, con naturalidad
Joao Moura toreando a dos pistas.
(Foto: J.M. Parras)
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y toreando. Y después debe darse la
ligazón, que consiste en que, una vez
clavado el rejón o la banderilla, la
embestida del toro siga enganchada
al caballo, y se aproveche para dejarlo
en el sitio adecuado para la próxima
suerte. En la actualidad, después de
clavar, cada vez más rejoneadores se
quedan en la cara del toro toreando
o adornándose.
Se puede torear de varias formas:
- Una forma clásica de rematar
es llevando al toro embebido en el
caballo para, finalmente, esquivarlo
haciendo zigzags o dándole vueltas en
corto hasta recortarlo. Esta acción
conlleva el tener que acoplar los
movimientos del caballo a los del toro.
Cuando el toro se encela tras el caballo
y rejoneador sin que sus astas lleguen
a tocar al equino, se produce el temple
en el rejoneo. Pero el rejoneador,
además del temple, debe buscar el
prolongar la embestida del toro, lo
cual se consigue llevándolo lo más
cerca posible de la cola del caballo,
ya que a esta distancia el toro cree
que puede alcanzar a su presa.
- Galopando en círculo y buscando
la cola del toro que a su vez buscará
la grupa del caballo. Debe hacerse con
el caballo arqueado, mostrando el
pecho y la cara al toro, y deslizando
la grupa acompasadamente en lo que
se denomina rotación de grupa. La
rotación de la grupa se realiza fijando
la parte anterior del caballo y girando
la posterior.