JUAN B. APAR1c10 MACARRO •
FRANc1sco PEÑA BLANCO
• Luis BARONA HERNANDEZ
1 33
ESTIMACIÓN DEL ESTADO DE LAS ENCORNADURAS TENIENDO EN CUENTA
DIFERENTES FACTORES
La pregunta más compleja de esta encuesta se refiere a cual es la información, en opinión
de los ganaderos y mayorales, sobre la aparente debilidad de las encornaduras del toro de
l idia en el momento presente, y de cuales pueden ser las causas de estas alteraciones según
su experiencia.
No hemos encontrado un número de respuestas que permitan propiciar el juicio sobre el
particular.
Por ello, para hacer alguna concreción sobre el tema exponemos las opiniones que nos
merecen más solidez y que cuentan con más experiencia de los ganaderos. De otra parte
nosotros aportamos un registro fotográfico sobre las encornaduras de los toros que en ese
momento pudimos observar.
De un total de 549 observaciones comprobadas y registradas, 386 novillos-toros no
presentaban ninguna alteración sustancial de las encornaduras, frente a 163 toros que sí las
tenían y que supone un 29, 7% de los registros.
Debemos insistir que consideramos ya alteración la aparición de desprendimientos o
colgajos de algún haz de laminillas, que es el principio visible del siguiente desperfecto del
astillado y más tarde del escobillado y aparición de una nueva punta.
Teniendo en cuenta los cuadros 14 al 18 inclusive en que se dan cifras concretas al respecto,
podemos hacer el siguiente resumen:
- Fisuras: en 36 ganaderías no se aprecian; en algunas aparecen entre el 1 y 3% de toros
afectados y en una concretamente aparecen en un 20%.
- Asti llas: en 22 ganaderías no aparece esta alteración; en 1 2 ganaderías se registran
entre un 2 al 6% de los toros; en 4 ganaderías entre un 1 0 y un 14%; y en una sola, hasta el
70%
**
de los machos presentan astillas.
**
Este hecho, referido por el ganadero es un caso excepcional y se produce cuando los animales pos-destete se "alojan"
temporalmente en una parcela cerrada y tapiada en concreto y que los efectos terminan al retirar el ganado,
