Cuadernos ele Aula Tau1ina: Otras Tauromaquias
un cuerno a través de dos abrazaderas que se fijan mediante unas palomillas o mordazas
sin causarle daño alguno al animal.
- El yuguete es, como indica su propio nombre, un pequeño yugo hecho de una sola pieza
y del que salen lateralmente dos astas metálicas, las gamellas, sobre las que se insertan
las bolas de fuego. Se coloca sobre el cerviz del toro y se fija con una cadena que se ajusta
a la base del cuerno . El yuguete es un aparejo más antiguo que los herrajes, siendo muy
típico de la provincia de Teruel.
Herraje preparado para colocarlo en el asta del toro.
(Foto: J.M. Parras)
De colocarle al toro las bolas de
fuego, labor llamada Embolada, se
encarga una cuadrilla de embaladores.
P ueden realizar s u t rabajo en los
corrales, fuera de la vista del público
o en el propio recinto donde se va a
dar suelta al toro. En primer lugar,
lo que hay que hacer es s ujetar al
to ro. Para ello, se le ata una soga
alrededor del testuz y se le lleva,
tirando de la cuerda hasta el pilón.
El pilón es un madero clavado en el
suelo , con un agujero en s u parte
superior, por donde se pasa la soga.
Tirando de ella desde el otro extremo
se cons i g ue q u e el toro qu e d e
inmovilizado y con l a frente pegada
al pilón. Para impedir que el toro se
suelte o pueda retroceder, se suele
colocar una pinza en la soga justo al
otro lado d el ma d e ro. Un a vez
inmovilizado el toro, se colocan los
herrajes o el yuguete, se prende fuego
a las bolas y se corta la cuerda para
dejar libre al toro. Antes de que acabe
l a embolada, un m i emb ro de la
cuadrilla sujeta al toro por el rabo
para intentar frenar su ímpetu cuando
se corte la cuerda. Antiguamente, a
la vez que se embolaba al toro, se le
embadurnaba cori barro para evitar que se quemara con las gotas que caían de las bolas,
cosa que hoy día no ocurre por los materiales que se utilizan.
El toro embolado a fuego se puede correr por las calles o en una plaza de toros. Además,
bastantes poblaciones realizan el festejo con una vaca en vez de con un toro . La duración
del fuego dependerá de la cantidad y tipo de material inflamable que se haya colocado en
las bolas, aunque generalmente oscila entre quince y veinte minutos.
En la zona de Levante hay ganaderías que se dedican a criar y alquilar toros para
embolar, llegando a utilizarse un mismo animal hasta diez o doce veces al año. Aunque
también, en algunos lugares, existe la costumbre de matar al toro posteriormente y repartir
la carne entre los vecinos.
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