Cuadernos de aula taurina: Las suertes del toreo - page 73

Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo
Lo más correcto es que el torero se sitúe frente al toro, es decir, entre los cuernos,
no frente al cuerno derecho.
La posición más adecuada de montar la espada es colocándola a la altura del pecho
y con el brazo ligeramente flexionado, no siendo recomendable llevar el brazo completa­
mente estirado.
En el momento en que el torero arranca, normalmente el toro comienza ya a
humillar, por lo que, cuanto antes se produzca el emb roque más fácilmente se podrá
realizar la suerte. De hecho, si el matador no es lo suficientemente rápido, puede
ocurrir que, cuando llegue al embroque, el toro esté ya derrotando y por lo tanto no
deje pasar al torero. Por esta razón, hay que propiciar que el encuentro entre torero y
toro sea lo más rápido posible, lo cual se consigue si el toro se arranca también o si el
matador se perfila en corto y no a gran distancia del toro. Por ello, tampoco es reco­
mendable, en el momento de arrancar, llevar el brazo que sujeta la espada hacia atrás
ya que, en este movimiento instintivo que muchos diestros hacen para tomar fuerza, se
pierde un tiempo que puede ser decisivo. Sin embargo, tampoco debe producirse el
embroque cuando aún el toro no haya humillado pues, entonces, el toro tampoco se ha
descubierto.
Hay un momento, al final de la faena de muleta, en que las condiciones en la que se
encuentra el toro son las idóneas para realizar la suerte de matar. Es cuando se dice que el
toro pide la muerte. En esta situación el toro se iguala fácilmente y se mueve a la velocidad
adecuada para que el matador realice la suerte correctamente. Cuando el toro pasa de este
estado -pasarse de faena-, tiende a mantener la cabeza humillada, lo cual hace muy difícil
dar la estocada, ya que, al entrar el matador lo que hace el toro es levantar la cabeza y dar
el derrote directamente. Por otro lado, si el toro está demasiado entero, los movimientos
que hace son excesivamente rápidos para realizar la suerte de forma adecuada. Esto sucede,
a veces, cuando el torero emplea tanto tiempo en la preparación de la suerte que el tóro se
recupera.
5 . 2. 3 . - La suerte de matar según el terreno en el que se realiza.
La suerte de matar puede realizarse en cualquier lugar del ruedo: en el tercio, en
las tablas o en los medios.
El terreno más adecuado y más usual es el tercio. Aunque en el tercio del ruedo las
posiciones que, con respecto a la barrera, puede adoptar el toro son teóricamente infinitas,
se pueden reducir a cuatro fundamentales y, según cada una de ellas, a cuatro las suertes
correspondientes: suerte natural, suerte contraria o con los terrenos cambiados, de dentro
a fuera y de banderillas.
- La suerte natural corresponde a aquella posición del toro en el tercio en la que su
costado derecho está hacia las tablas. En esta posición, al realizarse la suerte, el diestro
quedará en el terreno de dentro, mientras que el toro tomará el de fuera, hacia el centro del
ruedo. Se llama suerte natural precisamente porque al finalizar su ejecución toro y torero
quedan en sus respectivos terrenos. Esta es la posición normal en la que debe efectuarse la
suerte, salvo condiciones especiales de los toros o circunstancias de la lidia que no lo acon­
sejen.
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