Cuadernos de aula taurina: Las suertes del toreo - page 24

Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del toreo
Tradicionalmente han sido los subalternos los que han fijado al toro. Sin embargo,
en la actualidad, lo más frecuente es que sea el propio matador el que directamente pare al
toro de salida. En cualquier caso, una vez fijado, el matador lo suele lancear artísticamente.
Lo más clásico es que interprete una serie de verónicas rematadas con una media «ganando
terreno», es decir, avanzando desde las tablas hacia los medios del ruedo. Una vez concluida
esta primera intervención del matador, el Presidente ordena la salida al ruedo de los picado­
res para que realicen la suerte de picar, con la que termina el primer tercio.
Después de cada encuentro con el picador, se suele hacer el quite artístico que lo
realiza, el primero el espada al que corresponde matar al toro y, en los sucesivos puy azos,
los que le siguen en orden de actuación. Cada quite consta de varios lances que pueden ser
muy variados.
3 . 1 . - E l toreo
de
capa.
Todo lo que se hace con el capote recibe el nombre genérico de toreo de capa. El
toreo de capa es más complicado que el de la muleta, y a que, el manejo del capote requiere
coordinar y sincronizar los movimientos de ambos brazos y muñecas. Las suertes de capa o
lances se dividen en dos grupos según que el toro pase o no. Entre las primeras se encuen­
tran: la verónica, el delantal, la navarra, el farol, la gaonera, la chicuelina, la tafallera, la
media verónica, las largas, la revolera, la serpentina y los galleos. Las suertes de capa en las
que el toro no pasa y por lo tanto no hay permuta o cruce de terrenos se denominan genéri­
camente «toreo por delante» y son: correr los toros, los recortes y dar capotazos. El dar
capotazos y el correr los toros se practica con diversas finalidades: para fijar al toro por
ejemplo en banderillas, para desplazarlo de un lugar a otro, como forma de castigo, etc.
No todos los lances tienen el mismo significado ni se interpretan en el mismo mo­
mento del primer tercio. Así, las largas afaroladas y los faroles de rodillas se realizan al
comienzo de la lidia cuando el matador quier� comenzar de forma espectacular. La verónica,
que es el lance fundamental del toreo de capa, se puede instrumentar en cualquier momen­
to. Los galleos, rematados generalmente con un recorte, se emplean para llevar el toro al
caballo. El delantal, la navarra, la gaonera, la chicuelina y la tafallera son lances que se
suelen interpretar en los quites artísticos, mientras que la media verónica, la revolera, la
serpentina, las largas y los recortes son remates que se ejecutan al final de una serie de
lances.
La verónica:
La suerte de la verónica se debe al diestro sevillano del siglo XVII I Joaquín Rodrí­
guez «Costillares». Se denominó así porque, antiguamente, el torero, para ejecutarla, se
colocaba de frente y en rectitud al toro, con el capote extendido, quedando en la misma
actitud en que se representa a la «Verónica» limpiando la cara de Jesucristo. Primitivamen­
te, pues, al estar el diestro enfrontilado con el toro, para repetir el lance, tenía que dar
media vuelta girando sobre sus talones.
Sin embargo, en la actualidad y desde finales del siglo XIX, la verónica se realiza de
forma diferente: el diestro se coloca de perfil o de «medio pecho» en la rectitud del toro. Lo
cita tendiendo el capote que sostiene con ambas manos. Cuando el toro llega a jurisdicción,
el torero hace la suerte moviendo el capote acompasadamente y lo más cerca posible de los
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